Decidir que algo o incluso alguién es un no para nosotras, en muchas ocasiones se convierte en misión imposible.
Decir no, es una declaración que tiene que ver con una decisión que has meditado, has valorado y el resultado es negativo, pero no significa nada más.
A veces, decir no nos conecta con como se sentirá el otro cuando lo omunique, y eso en muchas ocasiones nos hace ser ambiguos, confusos y poco claros en lo que para nosotras es un no.
Decir a alguién que para tí es un no, no le hace de menos, no le resta identidad, ni abundancia, ni validez, ni valía, no le resta absoluatemente nada, es una respuesta que te pertenece a tí, pero no le quita relevancia a la otra persona.
Pero, ¿qué pasa en nuestra mente para dar tantas vueltas a dar una respuesta negativa a algo o a alguién?
Comunicar un no a alguién, no le hace indigno ni carente. Simplemente es tu decisión
Lo que pasa es que ese no, se produce tras una decisión y es eso lo que nos da miedo.
Nos da miedo equivocarnos en esa decisión en la que determinamos que esa situación o esa persona es un no. Por ello, jugamos a ser ambiguos. Por ello jugamos a dar mil vueltas en lugar de asumir nuestra responsabilidad de decidir como personas maduras que somos. Preferimos desplegar nuestras artes confusas y evitar ese espacio de confrontación.
Si es un no para tí, comunícalo sin miedo a nada.
Si es un no para tí, expresalo sin pensar que tu decisión le hace de menos a la otra persona porque no es así.
Si es un no para tí, no responsabilices a nadie más que a tí misma y a tu capacidad y permiso de decidir.
Seguro que te ha pasado muchas veces, no enterarte de que alguién había decidido que eras un no, y ni siquiera te lo había comunicado. ¿Recuerdas cómo te sentiste? ¿Un poco «boba» verdad?
Evitamos el no porque creemos que es mejor no hacer daño dando esta información, pero si es un no y actuas como si fuera un sí, es aún mucho más injusto y sobretodo muy absurdo para tí.
No te pongas excusas, comunícalo sin miedo a nada.
Tu decisión, es tuya nada más, tu tienes derecho a decidir y otra persona derecho a saber tu decisión.
Lo mismo nos pasa cuando una situación que estás viviendo, para ti es un no.