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La pieza perdida
Muchas veces, somos conscientes de que nos falta algo, que hay una pieza del puzzle que no existe.
Es como una especie de vacío que no se llena con nada, ni siquiera cuando crees tenerlo todo, ese espacio siempre permanece vacío, no hay nada que lo pueda suplir, complementar, ayudar a cerrar, nada.
Esos espacios vacíos de nuestros puzles, son las conversaciones que tenemos pendientes.
Por ello estos espacios que solo se pueden llenar, cuando tienen lugar esas charlas que nunca se dieron por muchos miedos encima de la mesa, por el ego a tener la razón.
Las heridas que se pueden abrir, hacen que estas sensaciones se acentúen.
Las conversaciones pendientes, son eso, pendientes, por el hecho de no quererlas atender.
En cierto modo, ni siquiera sabemos que deberíamos tenerlas, ni siquiera las consideramos como algo por hacer, sino que sabemos que son situaciones que en su día no supimos cerrar.
Esperamos que se sanen solas, sin atenderlas por nuestra parte, sin tomar la delantera y adelantarnos a responsabilizarnos de ellas, solo esperamos que algún día nuestra sensación de vacío, nuestro espacio no rellenado por nada ni nadie, se acabe cerrando y sanando solo, sin nuestra acción, sin que tengamos que hacer nada al respecto.
Ya sabes que esto no funciona así, ¿verdad?
Sin embargo, casi es una decisión de supervivencia, casi necesitas seguir así para poder olvidar aquella situación sin prestarle atención, esperando que ese pensamiento de “PENDIENTE”, se acabe yendo, esfumando o minimizando.
Hay conversaciones que quedaron pendientes en su momento, pero que no vienen al presente, casi fue mejor no decir nada más que conversar.
Casi esa situación te comunicó que no era relevante mantener esa conversación, era algo innecesario incluso no tenerla te ha traido hasta aquí con nuevas herramientas y nuevas maneras de mirar.
La vida actual de esa conversación
Sin embargo, hay otras conversaciones, que traes una y otra vez a tu presente, conversaciones que te remueven las emociones más internas, y que en el fondo sabes que tendrían que haberse dado.
Piensas que debería haber dado el paso la otra persona por supuesto no nos decimos que debemos conversar nosotros, o dar el primer paso, para nada nos decimos eso, lo que te dices, es que la otra persona debería haberte llamado, debería haberte dicho, debería pedirte disculpas, es la otra persona la que debería, debería y debería hacer, y no ha hecho.
Déjame contarte algo, que a mi me parece de lo más revelador:
Las conversaciones pendientes, son aquellas que no permiten cerrar círculos.
Son las que te anclan a una situación pendiente de ser atendida y por ello, la vida la replica una y otra vez.
Así que, si para ti, necesitas atender dicha conversación, este es el momento de hacerlo, porque te quiero dar 7 PAUTAS a las que prestar atención para que dicha conversación sea verdaderamente un cierra de una etapa, para reabrir y diseñar otra que te va a ofrecer todo lo que tú decidas y elijas.
¿No es liberador?
Hoy quiero hablarte de las 7 premisas que debes tener en cuenta para abordar esa conversación pendiente que necesitas tener para cerrar etapas, círculos y poder avanzar hacia la vida que sueñas.
Las 7 premisas
1.- Empieza por tener claro el OBJETIVO de esa conversación: ¿Qué quiero decir con esto? Necesitas conocer, qué pretendes conseguir.
2.- El segundo punto, es un compromiso contigo misma a la hora de abordar esa conversación, y es no perder de vista en ningún momento el objetivo para el cual iniciaste la conversación.
Muchas veces lo que nos pasa cuando nos adentramos en estas conversaciones pendientes, es que conectamos con el dolor acumulado, ese dolor latente que aflora una vez empezamos a rememorar los hechos acontecidos.
Encima de la mesa se agolpan los reproches, los juicios, malos recuerdos, y es más que fácil, perder de vista el objetivo para el cual iniciamos la conversación, y enrocarnos en los reproches. Por ello, necesitarás comprometerte con no desconectar durante la conversación con tu PARA QUÉ.
3.- La tercera premisa es tener una apertura a la escucha, estar abiertos a escuchar lo que la otra persona nos tiene que decir.
Esta parte no es fácil, porque puede que la otra persona no tenga en su mente estas 7 premisas, por ello es importante antes de iniciar la conversación, establecer unos cánones, unos parámetros que enmarcarán la conversación.
Podemos no reprocharos nada, no enjuiciar y explicar las emociones como un sentimiento en primera persona sin culpabilizar a nadie por el mismo. La apertura a la escucha, es importante se haga en ambos sentidos, y ambos os comprometáis a ella.
4.- Antes de iniciar la conversación, necesitarás hacer una conversión.
Seguro que tienes un montón de necesidades emocionales o de otra índole, que te generó el conflicto con esa persona, motivo por el cual dejaste de hablar con ella.
Por ello, es momento de transformar tus necesidades en peticiones. Saber hacer peticiones, es una de las claves para desatascar situaciones de conflicto, por ello aprende y entrena a hacer peticiones.
5.- Cero reproches y juicios. Esta es una de las premisas más poderosas, si logras ponerla en marcha.
Alejaros ambas partes de reprocharos cómo la otra persona os hizo sentir, así como no emitir juicios de valor al respecto de porque hizo, o dejó de hacer algo al respecto, es una parte más que relevante de la sanación a través de llevar adelante dicha conversación.
Emitir juicios o reprochar lo que la otra persona tuvo que hacer, o dejar de hacer es limitar la posibilidad de un nuevo escenario tras la conversación, por ello no va a aportar nada hacerlo, ni por tu parte, ni permitirlo en la otra.
6.- Comprende los argumentos de la otra persona. Cuando iniciamos conversaciones pendientes, hay una parte que debes destinar a escuchar a la otra persona desde la comprensión.
Escuchar con comprensión, es aceptar y abrazar los argumentos que te aporte la otra persona, sin juicios, sin ninguneos y sin etiquetas de ningún tipo. Solo comprendiéndolos podrás entender qué pasó para que hiciera lo que hizo.
De la misma manera, expón tus argumentos y tus sentimientos ante sus actuaciones de la manera más neutra y sincera posible. El objetivo de esta premisa, es que exista una verdadera comprensión a todo lo que aconteció, para que a día de hoy lo puedas sanar.
7.- Plan de Acción y Compromiso. Uno de los aspectos que no puedes olvidar ni dejar de lado cuando quieres atender una conversación pendiente, es la necesidad de tener un compromiso y un plan de acción, con el que os comprometáis antes de acabar la conversación.
Recuerda que el principal motivo de conversar, es obtener una nueva realidad, un nuevo escenario por ello, conviene que te comprometas a acceder a dicho nuevo escenario a través del cumplimiento de tu plan de acción, y que la otra parte de la conversación, también lo ponga en marcha.
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