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Hablando del miedo

Solo visualizar miedo y herramienta en la misma frase, ya es como un cortocircuito, lo sé.

 

Déjame despertarte la curiosidad de aprender sobre ti desde otro prisma, desde el prisma del que siempre huyes, y al final del artículo me cuentas qué has descubierto, ¿te parece?

 

El miedo es la emoción que más habitualmente procesamos en nuestro cerebro. Está como entrenado a ella, forma parte habitual del habitáculo, por ello es tan asidua a nuestros pensamientos.

 

El miedo tiene múltiples facetas, que confluyen en una acción por nuestra parte, ya sabes que las emociones son el preludio de nuestras acciones, por ello la palabra emoción, deriva de e-motion, lo que nos mueve a la acción.

 

El movimiento más frecuente del miedo, es la huida o parálisis.

 

Detente unos instantes y analiza, ¿qué haces cuando sientes miedo? ¿eres de los que se para porque se siente bloqueado, o eres de los que prefiere cerrar la puerta y salir corriendo para dejar de sentir esa emoción?

 

Todas las reacciones son más que válidas y por supuesto normales faltaría más, son tuyas por ello son las que de forma natural, tu cuerpo decide hacer, sin embargo, existe una tercera reacción al miedo.

 

Es la menos frecuente y la que hoy te quiero acercar a este post, me refiero al enfrentamiento al miedo.

 

Cuando te hablo del enfrentamiento, no me refiero a que tengas que tener una pelea con él, no me refiero al enfrentamiento como una lucha de poderes de ti contra tu miedo, para nada me refiero a eso.

 

Me refiero a ponerte delante de él, y empezar a escucharlo, a comprenderlo, a analizar qué te quiere comunicar, y con ello, hacer frente, tomar responsabilidad.

 

Como te decía antes, la reacción más habitual, es la huida o bloqueo, por ello cambiar esta reacción a una mirada desde la comprensión, es un cambio de rutina, un cambio de hábito que necesitas integrar en tu nuevo hacer, necesitas empezar a planificarte en tu nueva manera de comportarte con el miedo.

 

Te presento cuatro claves del cambio de observador

No es algo que vayas a poder integrar de hoy para mañana, por ello te quiero dar algunas pautas de cómo integrar esta nueva rutina en tu día a día:

 

1.- VE MÁS ALLÁ DE LA PRIMERA EMOCIÓN

Imagínate una situación que tu ya sepas que temes, tu ya sabes que si tuvieras delante esa situación, tendrías miedo. ¿Ya la tienes?

¿Qué sientes?

¿Qué harías?

 

Vas a adoptar un nuevo compromiso contigo mismo, el compromiso que vas a repetirte es el siguiente:

 

“Cada ve que sienta miedo, voy a imaginarme que lo tengo delante de mi. Yo estoy sentada tranquilamente en la posición más cómoda para mí, y el miedo sigue estando delante de mi, sin perturbarme”

 

La primera emoción que sientes, cuando aparece el miedo, es una emoción de querer huir, es una sensación muy incómoda, lo sé, pero estás entrenando una nueva manera de hacer, así que, al principio ya sabes va a costar, luego, todo fluirá ya lo sabes que será así, date tu tiempo.

 

2.- QUÉ TE CUENTA EL MIEDO

El miedo, viene a contarte algo siempre que aparece, lo que pasa es que no solemos escucharlo porque es tan incómoda la sensación que sentimos cuando aparece, que no le prestamos atención a lo que nos cuenta.

De hecho, al principio ni siquiera le vas a poder entender porque habla alto y con un lenguaje algo difícil de descifrar, por ello es importante que tengas claro que las primeras conversaciones con él, quizás no entiendas nada.

 

Calma, no te preocupes, sigue prestándole atención, y entrenando el lenguaje que te viene a contar.

 

3.- ENTRENA LA ESCUCHA DESDE LA COMPRENSIÓN

Hay una clave muy potente para los procesos de escucha de emociones tan poco amables, como son las del miedo: la escucha desde la comprensión.

 

Escuchar desde la comprensión es escuchar sin juicios, sin opiniones, sin etiquetas. Escuchar con comprensión es una de las claves más potentes que tenemos los seres humanos, sin embargo, no solemos hacerlo habitualmente.

 

 

Oímos, pero no escuchamos, y si escuchamos, lo hacemos sin comprensión. La escucha con comprensión que necesitarás entrenar con el miedo, es escucharlo desde el agradecimiento de lo que te viene a contar, desde el amor, por decírtelo claro, de que lo que te cuenta es una información de poderoso efecto en tu desarrollo personal, por ello aprender a escuchar desde las gracias de dicha información, y no desde el odio o desde el rechazo, te va a permitir un nuevo escenario, el escenario de las posibilidades de nuevas creaciones.

 

Ya sabes tu eliges.

 

4.- MIRA AL MIEDO CON LOS OJOS DE LA CURIOSIDAD

Uno de los pilares que trabajo en todos mis programas y talleres es la curiosidad.

La curiosidad es la apertura de tu mente a un nuevo descubrimiento. Es un cambio de prisma de lo nuevo.

 

No es una amenaza lo que no conozco, es un nuevo descubrimiento, es una nueva oportunidad, por ello integramos la curiosidad de esta nueva oportunidad como algo mágico y valioso para nuestro crecimiento.

 

No solo te sirve este pilar para el cambio de observador con el miedo, te va a servir para todo lo que vayas a iniciar en tu vida, un nuevo proyecto, tomar una decisión, iniciar una nueva relación de la índole que sea, amistad, amorosa, laboral…

 

 

La curiosidad, es un acelerador superpotente de los nuevos escenarios, disfrutas de la nueva realidad en lugar de verla como un lugar lúgubre y que puede atacarte, empiezas a verla con los ojos del gatos, esos ojos que miran casi desde el juego de no saber qué va a pasar, pero disfrutando precisamente de ello, de no saber qué va a deparar la aventura, como los niños cuando abren los regalos de reyes, esos ojos de alegría y satisfacción por lo desconocido.

 

Estos cuatro aspectos, forman parte como de un CREDO que necesitas empezar a recitar cada día, para empezar a integrar ese nuevo prisma, el prisma de la nueva mirada al miedo, como si de un entrenamiento físico se tratara, como si fueras al gimnasio cada día a entrenar tu cuerpo, integra estos cuatro pilares como tu entrenamiento a conquistar tu miedo, y a mirarlo desde la oportunidad que te ofrece.

 

Te lo cuento en este video

 

No desistas en esta premisa, sé que al principio, el miedo quiere siempre ganar, es lo que ha hecho siempre que ha luchado contigo, pero ahora eres tu quien decide qué hacer con tus emociones, esas que has creado tu, esas que sirven para acercarte a tu reto, y no para lo contrario.

 

Nos vemos en las redes

 

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