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De qué te hablo hoy

¿Es el enfado una de las emociones más presentes en tu vida?

¿Consideras que estás enfadada por varios aspectos que estás viviendo en tu momento presente?

Pues mira, este artículo de hoy estoy segura de que te va a ayudar a canalizar el enfado y a sacarle el mejor de los propósitos (porque los tiene)

 

El enfado, una emoción infantil

El enfado es una de las emociones que más conectadas están con nuestra infancia. Es una reacción natural, como lo son todas las emociones. Un producto de la interpretación que hacemos de un hecho en concreto. Por ello podemos decir que las emociones no son evitables sinó gestionables y canalizables.

 

El enfado es la emoción que en nuestra infancia nos ayudó a ser atendidos. Cuando el niño llora, no es de tristeza, llora de enfado de no estar consiguiendo lo que la madre o el padre le deben suministrar.

 

En el caso de los niños, la dependencia emocional con los adultos es una situación obvia y evidente, pero ¿qué pasa con esta emoción que la alargamos hasta nuestra edad adulta?

 

Lo que pasa es que perpetuamos la creencia de dependencia y necesidad del otro. No te tengo en la forma que yo quiero, me enfado. No tengo lo que quiero, me enfado. No tengo lo que espero, me enfado.

 

Cómo gestionar el enfado en adultos

La parte que necesitamos incorporar en relación con las emociones, es la cronicidad de las mismas, la repetición y el uso inapropiado de estas emociones en situaciones gestionables y solucionables por adultos, este es el tema central de lo que llamamos responsabilidad.

Pero lo que pasa en la mayoría de casos es que no hacemos una gestión de las emociones, lo que acabamos conviertiendo la emoción en lo que técnicamente se denomina estado emocional, y casi haciendo del estado emocional un «modus vivendi».

La gestión de los enfados en adultos, tiene varias etapas que voy a resumir en 2:

ETAPA 1: La etapa de la observación de la situación que me enfada

ETAPA 2: Qué voy a hacer con ese desajuste que me ha provocado mi emoción

 

Intuyo lo que tu cabeza en estos momentos te está gritando con fuerza: Ya estamos de nuevo con la palabrita de moda. RESPONSABILIDAD.

 

Si ya has leido más artículos en mi vlog, ya sabes por dónde van a ir los tiros en la conclusión de este artículo. Mira, lo más importante de todo lo que tiene que ver con estados de ánimo, emociones o interpretaciones reside en responder a la pregunta ¿qué me pasa a mi con eso que pasa? Para después responder a la clave del dilema, ¿y con eso que me pasa a mi, que voy a hacer?

Estas dos preguntas, si te entregas a sentirlas en tus propias situaciones de enfados presente, te darás cuenta de que incomodan, de que inquietan, de que agitan…porque tenemos la responsabilidad de mover el culo y hacer algo con eso que sentimos.

NO porque tengamos incidencia en el hecho que lo detonó sino porque tenemos incidencia en la interpretación que hacemos de ese hecho y sobretodo en la gestión de esa emoción para con nosotros mismos.

Cuando sale la palabra responsabilidad, nos entran los siete males, los miedos más profundos y creemos que esa incomodidad es mala para nosotras…nooo resulta que esa incomodidad es precisamente lo que nos indica que el camino es ahí. Pero como es incómodo, pues huimos.

 

Te lo cuento con más detalle en este video de mi canal de Youtube

Como sé que a muchas de las personas que llegáis al vlog, os gustan mucho los videos porque os ayuda la parte más visual, te lo cuento con todo el detalle en este video.

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El enfado en su vertiente optima

Todas las emociones tienen su vertiente a gestionar y su vertiente óptima. Por ello déjame llevarte también al lado optimo de la emoción del enfado.

El enfado es una de las emociones que más te llevan a la acción y por ello también sus derivados (rabia, ira, cabreo…). Mira, la tristeza te apaga, te repliega. La alegria te exalta, te excita, te saca afuera. El miedo te incomoda, te bloquea, te asusta, te aquieta y el enfado te mueve el culo.

El enfado es una de las emociones que más nos conecta con la injusticia, y el sentimiento de injusticia es un sentimiento que nos incomoda tanto que quisieramos que fuera diferente, por ello, tenemos la necesidad de buscarle una alternativa a esa situación.

El enfado nos saca del letargo, del bloqueo, de la tristeza, de la baja estima. Siempre que una persona está en situación de depresión o tristeza profunda, cuando pasa al enfado es una ruptura de esa situación y por tanto es una buenísima noticia.

El enfado, es una conexión con lo que está siendo con lo que debería ser por ello emerge la injusticia y con la injusticia la acción.

Ahora bien, es muy importante que el enfado tenga un tempo correspondiente. No sostenido en el tiempo más de la cuenta, ni utilizarlo por norma.

 

Concluyendo Paloma

 

Para finalizar, te quiero acercar algunos tips y algunas acciones que desde ahora mismo puedes poner en marcha

1.- Todas las emociones son las que necesitamos en cada momento

2. La emoción va asociada siempre a un hecho concreto

3.- Es nuestra responsabilidad como adultos, tras la emoción saber gestionar la información que nos trae

4.- Si no sabes cómo realizar esa gestión, pide ayuda. Para eso estoy aquí.

 

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